Guía para ir a terapia y que les psicólogues trabajen para ti

Sobre ir a terapia

Lo normal cuando queremos acudir a une psicólogue, psiquiatra, etc. es que:

  1. Vayamos a alguien que esté especializado en el tema.
  2. Tengamos varias sesiones para ver si nos va bien el profesional y nos ayuda.
  3. Nos dejemos guiar y aconsejar y confiemos en su profesionalidad.

Esto puede ser problemático puesto que es bien sabido que no suelen ser ni tan profesionales ni tan especialistas. Suelen ser tremendamente capacitistas con les neurodivergentes. Tienden a decirnos cosas como:

  • «Tienes que enfrentarte a tus miedos», refiriéndose a cosas que nos sobreestimulan y nos sobrecargan sensorialmente. Son terapias expositivas sin respeto a tus características personales. A la gente neurodivergente con hipersensiblidad le puede llevar a intentar pasar por encima de su instinto de supervivencia y de las alertas que les proporcionan sus sentidos, haciéndose mucho daño en el proceso.
  • «Creo que eres PAS, TLP, TDAH, etc.», tienden a negar la posibilidad de que seamos autistas o a negar nuestro diagnóstico ya obtenido previamente.
  • «Eres Asperger», hay mucha desactualización y no aceptan el paradigma de la neurodiversidad.
  • «¿Te parece si hacemos ABA o una terapia conductual similar?» Muches creen que necesitamos un arreglo de forma conductual suprimiendo nuestros impulsos y rasgos neurodivergentes, lo cual es tremendamente violento.
  • «No creo que seas neurodivergente porque tienes amigos, trabajo y tu familia dice que eres normal», usan sus prejuicios sobre nosotres y utilizan a la familia como instrumento para invalidarnos, a pesar de que las familias son parte del sistema opresivo edadista. También puede ser para manipularnos para que continuemos con su terapia «mágica», que te acabará llevando a la ruina mental probablemente.
  • «Eres une vague, no es bueno que estés de noche haciendo cosas, normal que el mundo esté en contra tuya si tú estás contra el mundo, tienes que cambiar tu actitud, eres pesade/cansine/etc.», pueden juzgarnos, insultarnos si tenemos disfuncionalidad ejecutiva o simplemente por funcionar de la forma en la que que a tu mente neurodivergente le va bien.
  • «Haz *inserte pseudoterapia random* que le recetan a todo el mundo sin apenas escucharle». Ejemplos: mindfullness, deporte, yoga, etc.

Pon límites

Límites que puedes poner y que sacarlos pueden revelar muy rápidamente si los terapeutas están de tu parte o no:

  1. «Quiero que no se invaliden mis necesidades y características y se me cuide». Presentas una lista de los elementos que pueden ser delicados y se la plantas delante a tu terapeuta antes de empezar el proceso. Por ejemplo: «Quiero que se respete la posibilidad de que sea neurodivergente, mi identidad disidente, etc».
  2. «Quiero que no se use lenguaje capacitista, racista, patologizante, etc. para hablar de mí o de mis cosas». Exige que se usen los términos correctos para hablar de tu persona.
  3. «Me gustaría que me comentaras cuáles son tus conocimientos en estas áreas que quiero tratar o si no me redirijas a otra persona capaz». Exige saber si la persona es especialista, qué clase de formaciones ha tomado y si tiene experiencia personal en ello. Es más fácil y fiable tratar con une profesional neurodivergente (o cualquier otra cosa). Si te redirigen a otre profesional, preferiblemente que te ahorren la burocracia de hacer llamadas a sitios para encontrarnos con que no pueden ayudarnos en realidad.
  4. «No quiero que hables con personas que considero violentas o que pueden presentar información incorrecta o darte una visión manipulada de mí». «Quiero tener mi propia voz y si intentas averiguar cosas sobre mí a través de mis familiares, profesores, etc., te van a negar mi experiencia vital». En diagnósticos se suele llamar a familiares, amistades, antiguos tutores, etc. Hay que evitar al máximo que personas que no consideres seguras del todo y que no te apoyan, enturbien tus procesos.
  5. «No quiero utilizar plataformas de pago telemático de tu conveniencia». Por privacidad y seguridad es preferible que, si pagas cualquier consulta terapéutica, lo hagas por transferencia bancaria o similar. Así evitas dar datos como número de teléfono, etc.

Signos para cambiar de terapeuta

  1. Que sientas que estás «rellenando un formulario» cuando vas. El profesional debería hacer su trabajo, que incluye llevar un seguimiento y ahondar en tu mente. Si no tiene notas sobre ti o se dedica a dibujar y no sientes que avances ni que te ayuda, igual deberías considerar la idea de cambiar de terapeuta
  2. Que te sientas juzgade por tu terapeuta al tratar experiencias en las que has recibido violencia.
  3. Que tu terapeuta no haya tratado con gente de tu edad o con diferentes edades, probablemente no consigas conectar de la misma manera y además le falten bases de estudio. Ejemplo: Si sólo hace diagnósticos a niñes pero no está acostumbrade a la complejidad de una mente adulta.
  4. Que sientas que le tienes que enseñar prácticamente todo y al final tu rol sea más de profe que de paciente/cliente.
  5. Que no sientas avance tras un periodo significativo de tiempo. Siendo este relativo, considera si necesitas: más trabajo por tu cuenta, espaciar sesiones, buscar algune terapeuta que dé servicio más especifico a lo que necesitas, etc.